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martes, 3 de marzo de 2009

POEMA DE LA NOCHE


Ponteverda, a 17 de febrero de 2009

POEMA DE LA NOCHE
A publicar, proximamente en:

http://mundodefisterra.blogspot.com/

Murió, depacio, la luz diurna,

Encedió, rápido, el poderío nocturno,

Un gemido de astros perdidos,

Brotaron en su bóveda celeste.

Absorto quedé del podería nocturno,

Lluvias de estrellas brillantes,

Cometas brillantes de colas máxicas,

Tiritaban saltitos diminutos, las estrellas,

Luces chispeantes,

Constante delirio nocturno,

Voz de un poeta perdido de azul témpano cubierto,

La noche entera de luna blanca, tocada,

De amarillo pálido, limón nocturno,

De zumo pálido de noche brillante,

Gemido qerido, alto e decicido.

En las altas estrellas,

Silencio que es de noche

Y duerme la noche entera

En los brazos del maravilloso cielo,

Que noche hermosa

Habita el espacio circuntando

Habitante de la mi noche entera.



Miguel Dubois.





PALABRAS INÚTILES

AMOR E DOZURA É VIVIR


Pontevedra, 18 de febrero de 2009
PALABRAS INÚTILES.. PRÓXIMAMENTE EN
Un conjunto de palabras revueltas,
Rompieron el silencio continuo
Invisible y limpio,
Cristal fino y transparente.
Ma di cuenta en seguida,
Que nos iban a invadir,
Por cantidad y sin sentido.
Cómo no decir ni siquiere la verdad desnuda,
La que no pesa ni duela,
La palabra precisa del momento exacto.
Pero todo daba igual,
Palabras huecas y salvajes
Dominaban el aire intoxicado
De la pervesa mentira
Verdad rota,
Que penetra en oído
A modo de castigo continúo.
Palabras, palabras, que importa,
Que sean de verdad disfrazada
O de mentira continúa.
Y ya no existía el silencio muerto,
Por ley del sonido querido.
Silencio constante,
Ni una sóla palabra perversa,
O bondadosa a modo de regalo intruso.
Las palabras eran como los insectos
Perversos que volaban sin piedad,
En una tarde de verano caliente,
Me caía de la frente mojada el sudor continúo
El perro negro ladraba al vecino blanco,
Al aire quebrado de palabras adversas.
Pasó el tiempo, pasaron las palabras.
El ambiento se hizo húmedo y caluroso
Hizo que tronara el verano de Julio caliente.
Al final de la tormenta veraniega
La tarde se durmió lenta y depacio.
La paz sosegada invadío
El ambiente lento.
Miguel Dubois